Introducción
Desde épocas pretéritas, uno de los principales alimentos que más ha prevalecido en la dieta diaria del hombre han sido las frutas y verduras. A estas se les conoce por ser la principal fuente de vitaminas y minerales que favorecen al organismo, ya sea en el fortalecimiento de los huesos, en beneficio al sistema inmunológico y a la producción de hemoglobina, en brindar apoyo a la fibra muscular, entre otras funciones. Además, es bien sabido que la manera de consumir las frutas y verduras actualmente difiere en gran medida que cuando, podría decirse, Adán y Eva probaron aquel fruto del Árbol Prohibido. Desde entonces, el consumo ha ido evolucionando proporcionalmente a las necesidades del hombre, como las de transportar los alimentos a zonas lejanas previniendo que el alimento se pudra o se dañe o incluso por el antojo de que el alimento se vea, huela y sepa mejor al consumidor. El hombre, para lograr cumplir esto anterior, innovó con la implementación de los aditivos químico