¿De Verdad Estamos Protegidos de los Aditivos Químicos?
Es muy difícil saber si de verdad estamos seguros, es
algo que incluso la nutricionista Claudia Muñoz Campos reconoce: “… Esto es así
ya que lo estudios realizados muestran que gran cantidad de los aditivos
que consumimos pueden ser tóxicos a largo plazo”. Así que ¿De verdad estamos seguros? ¿Se puede confiar en las
organizaciones responsables de regular este peligro? Véase lo siguiente…
Gracias al reporte de la Librería Electrónica
Científica Online, librería encargada, por medio de su portal web, de aglutinar
todo registro científico desde 1998, artículo expedido en el 2011, se conoce
una noticia de sumo interés, sobretodo venezolano. El reporte habla sobre cómo
es la producción de frutas en Venezuela y hay ciertas entradas del reporte que
han de llevarse toda la atención. La primera es la siguiente, que informa que
ningún reglamento se está siendo aplicando como es debido, entendiéndose que no
hay organismo o institución que regule la implementación de aditivos en frutas
que se consumen: “La baja productividad… se debe fundamentalmente a que no se
aplican correctamente las prácticas hortícolas, ya que no existen otras
restricciones”. Seguidamente, véase a segunda entrada de interés: “El manejo de
las frutas en Venezuela debe ser mejorado, a través del desarrollo e
implementación de normas…”, desde 2011 no se tiene seguridad acerca de lo que
químicamente se le implementa a las frutas. La negligencia recorre la
producción de frutas.
Con la información anterior la alerta debería
resaltarse. Sin ningún organismo, ya sea público o privado, que regule los
aditivos químicos en las frutas y verduras todos los venezolanos yacen
expuestos a cualquier tipo de daño.
Las evidencias continúan. Ahora toca la información de
marzo de 2016 por parte de Danielle Sedbrook, científico miembro de la NRDC (Consejo
para la Defensa de Recursos Naturales), donde habla acerca de un pesticida de
bajo precio y de alto riesgo que es utilizado comúnmente en Estados Unidos sin
que las autoridades encargadas de regularlo intervengan, este pesticida se
llama 2,4-Diclorofenoxiacético (o en su abreviación 2,4-D), pesticida, que
según estudios del mismo documento, es propenso de causar cáncer como el
Hodking’s Lynphoma (un cáncer de la sangre) y Sarcoma (cáncer de tejido blando).
Podemos encontrar primeramente que el documento dice: “”The evidence isn’t
clear… posible cancers tan to wait for more evidence” says Jennifer Sass, an
NRDC scientist”, donde se demuestra que el pesticida conlleva gran peligro al
aplicarlo a las frutas y aun así se sigue implementando. De segundo, se hace
énfasis en lo siguiente: “The U. S. Department of Agriculture estimates that by
2020, the use of 2-4-D on America’s farms could rise between 100% and 600% now
that is has been approved as part of Enlist Doo, according to Pollan…”, donde
en la estimación que arrojó el estudio se puede notar un gran increment del uso
del 2,4-D sin que ninguna autoridad haga algo al respecto. Otro caso de negligencia
de las instituciones, pero desde una arista internacional.
Otro ejemplo de aditivos que atacan al organismo es
uno que se acostumbra a utilizar muy a menudo en la industrialización de las
frutas y verduras, el aspartame. El aspartame es un edulcorante utilizado en
gran variedad de alimentos y bebidas, en el caso de las frutas se utiliza más
que todo en frutos secos. Este aditivo es utilizado por varias empresas de
comida y de fármacos sin ningún problema, pero gracias al artículo de marzo de
2015 por el Dr. Mercola, doctor y nutricionista encargado de recoger cualquier
dato que involucre el control de la salud del hombre desde 1997 mediante su
portal web, ganador del Best Seller de The New York Times, Premio de Excelencia
en la Medicina Integrativa y Premio en Excelencia en Periodismo de la Salud, se
conoce que: “El aspartame es causante del 75 por ciento de las reacciones
adversas a los aditivos alimentarios reportadas a la FDA. Muchas de estas
reacciones son muy graves, incluyendo convulsiones y muerte.” Explica el Dr.
Mercola que el aspartame al trabajar como neurotransmisor, es capaz de dañar
neuronas y por ende librar porciones de calcio al torrente sanguíneo,
desencadenando a su vez daños de eritrocitos por radicales libres. Los daños
que produce el aspartame se engloban en: epilepsia, Alzheimer, Parkinson,
Demencia, trastornos neuroendocrinos, diabetes, nauseas, depresión, entre otros
más.
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